Semana de tradición, de sentimiento y de fe. La Semana Santa española sigue contando con el respaldo de millones de personas que viven esta época tan señalada con gran emoción y pasión. La gastronomía, el folclore, la moda… forman parte del protocolo que gira en torno a las fiestas de Pascua, donde desempeñan un papel protagonista en el transcurso de los días. En este sentido, las torrijas y las saetas ponen las notas dulces y populares, respectivamente, al periodo en el que nos hallamos inmersos.
Las mantillas en Sevilla
Uno de los complementos característicos en las procesiones es sin duda la mantilla, prenda de raíz española representativa de las manolas o hermanas de la devoción que acompañan a los cofrades de las distintas hermandades de España. Combinando el negro riguroso, como mandan los cánones, con el blanco en algunos de los casos (Domingo de Resurrección), se utilizan las mantillas como elemento simbólico, de carácter real y de santidad. Y junto a las peinetas forman una composición clásica, tradicional e inmaculada que desprende una magia propia de leyenda que permanece con el paso de los tiempos.
Una costumbre de dirección vertical. El linaje es todavía garantía suficiente para el éxito y la continuidad de las de las manolas, ya que esta costumbre suele inculcarse desde el propio hogar, pasando de madres a hijas. En los núcleos donde esta práctica se cumple con fervor sus miembros la conciben como un legado familiar, crecen viendo la solidez de una tradición y continúan en primera persona con el hábito.
Una tradición que continúa generación tras generación
Combinando el negro riguroso, se crea una composición clásica
Tan difíciles de poner como de llevar, la peineta y la mantilla no solo se rescatan del fondo del armario en Semana Santa, sino que son el complemento ideal para los eventos más distinguidos como las ferias, las bodas, las pasarelas… Tienen la cualidad de no defraudar a aquellas que portan tan elegante tándem, ya que impregnan un estilo refinado y exquisito que no deja indiferente a nadie. Sí o sí, la mantilla es dignidad, distinción y respeto.
Complemento rey para los eventos que precisan elegancia
Más de cerca…
Tan difícil de poner como de llevar
· Cuatro son los pasos a seguir para colocar con exactitud y seguridad la peineta y la mantilla, los complementos puramente de origen español:
1. Cardar y peinar la melena, con cuidado para no castigar el cabello. Luego se hace un moño bajo enrollando la coleta con horquillas y redecilla.
2. Encajar la peineta. Es el paso decisivo para que no quede caída ni tipo visera.
3. Doblar la mantilla por la mitad y sujetarla con alfileres, con cuidado para que queden ocultos y no molesten a la portadora.
- 4. Sujetar la mantilla a los hombros.
La Féline Chic 